Potencia tu empresa: alinea evaluaciones de desempeño y objetivos estratégicos

Con el fin de lograr adaptabilidad y eficiencia como factores clave del éxito, la alineación entre las evaluaciones de desempeño y los objetivos estratégicos de la empresa se ha convertido en una necesidad imperiosa. Esta alineación puede transformar organizaciones asegurando que equipos desconectados se conecten y logren entregar sus objetivos para alcanzar el propósito superior de la organización.

¿Por qué alinear evaluaciones de desempeño con objetivos empresariales?

Imagina por un momento una orquesta donde cada músico toca su propia melodía, sin prestar atención a la partitura general. El resultado sería, en el mejor de los casos, una cacofonía confusa. De manera similar, cuando las evaluaciones de desempeño no están alineadas con los objetivos estratégicos, nos encontramos con una organización que desperdicia su potencial, con empleados que, aunque talentosos, no logran contribuir de manera significativa al éxito organizacional.

La alineación entre evaluaciones individuales y los objetivos organizacionales no es solo una buena práctica; es algo totalmente necesario para catalizar lo que busca la organización. Estudios recientes han demostrado que las empresas que logran esta alineación experimentan un aumento del 35% en la productividad de sus empleados.

Es claro que los números y los resultados son importantes, pero lograr esta alineación también incrementa el engagement, pues cuando la gente conecta su propósito individual con el organizacional se crea una fuerza superior que inspira una colaboración imparable a nivel compañía.

Los beneficios de lograr dicha alineación:

1. Claridad de propósito: Cuando la gente comprende cómo su trabajo diario contribuye a los objetivos más amplios de la empresa, se genera un sentido de propósito que impulsa la motivación.
2. Mejora en la toma de decisiones: La alineación permite a los empleados tomar decisiones más informadas y alineadas con la estrategia empresarial, aumentando el empoderamiento.
3. Optimización de recursos: Al enfocar los esfuerzos en las áreas que realmente importan para la estrategia, se aumenta la efectividad enfocando el uso de recursos en las prioridades estratégicas.
4. Aumento del engagement: La gente que conecta su trabajo con el éxito de la compañía se compromete más y su fidelización será mayor.
5. Cultura de alto rendimiento: La alineación permite lograr el desarrollo de equipos de alto desempeño cuando se pone el propósito superior por encima de cualquier objetivo particular.

Cómo integrar evaluaciones de desempeño en la estrategia de negocio

Con el fin de alinear las evaluaciones de desempeño con la estrategia del negocio se requiere que todos los niveles de la organización se involucren en el proceso. Normalmente se sugiere un modelo top down, donde el equipo directivo define prioridades y luego los equipos alinean sus objetivos a dichas prioridades.

Algunas claves para lograrlo son:

• Cascada de objetivos: Las prioridades organizacionales debemos aterrizarlas en objetivos específicos por área que luego se vuelvan en los objetivos individuales y esto asegurará que cada empleado pueda ver cómo su trabajo contribuye al panorama general.
• Definición de KPIs alineados: Una vez establecidos los objetivos en cascada, es crucial definir Indicadores Clave de Desempeño (KPIs) que estén directamente vinculados a estos objetivos. La recomendación es establecerlos bajo la metodología SMART: Específicos, Medibles, Alcanzables, Relevantes y Temporales.
• Feedback continuo: Las evaluaciones de desempeño ya no pueden ser eventos anuales aislados, debe implementar un sistema de retroalimentación dinámico y continúo que puedas ajustar a medida que se va avanzando en la estrategia y  se encuentran impedimentos.

Elementos adicionales a considerar

La estrategia de una organización no sólo se compone de indicadores y objetivos de negocio. También es clave incorporar el cómo lo vas a lograr y cuáles son esas palancas necesarias para alcanzarlo. Es por esto que debemos analizar los siguientes elementos:

• Análisis de capacidades requeridas: Debemos evaluar muy bien qué capacidades y competencias tiene actualmente la organización para lograr los objetivos de compañía y cuál es el gap para cerrar. Estas capacidades son necesarias tenerlas mapeadas para poder estructurar los planes de desarrollo individual.
• Planes de desarrollo individual: Los líderes de su área deben analizar dónde tienen que cerrar las brechas de capacidades y competencias del equipo para estructurar el plan junto con cada miembro para que se acerquen a las necesidades organizacionales. En la medida que los integrantes del equipo ven oportunidades de desarrollo, ellos estarán aún más conectados con la estrategia y los objetivos corporativos.
• Estrategia de reconocimiento: Lograr hitos importantes que acerquen a los equipos a los objetivos estratégicos de la compañía debe ser reconocido. Es importante conectar todos los elementos de cultura a estos objetivos organizacionales para reforzar los mensajes de comunicación permanentemente. Uno de ellos es reconocer lo que los equipos van logrando para incentivarlos a que vayan a un siguiente nivel.
• Recompensas: Las compañías normalmente tienen su estructura de recompensas definida mediante bonos o incentivos de mediano y largo plazo, que deben retribuir por los logros alcanzados en este periodo de tiempo. Los objetivos individuales deben tener un peso para ganarse dichas recompensas para que las personas vean el beneficio de trabajar de manera colaborativa por los objetivos de la compañía.
• Liderar el cambio: Asegurar que las personas entienden los objetivos organizacionales y que estos se logran al alcanzar sus objetivos individuales, es una tarea fundamental para garantizar que la alineación se de. Si el proceso no se ha hecho previamente, es necesaria la gestión del cambio.

Herramientas y tecnologías clave para simplificar la alineación

Todo el proceso de alineación que hemos analizado previamente, se puede soportar en diferentes herramientas para que sea mucho más efectiva:

• Plataforma Gestión del desempeño: A través de las cuales se comunican los objetivos con claridad, se realiza seguimiento a los mismos, se facilita el proceso de feedback y se evalúa la productividad de los empleados.
• Sistemas de OKR: Este tipo de plataformas te permiten definir objetivos ambiciosos y medibles, desglosar las metas organizacionales en objetivos individuales y proporcionar transparencia al proceso.
• Herramientas de gestión de proyectos: En estas herramientas puedes asignar y hacer seguimiento a las tareas, visualizar el proceso de los proyectos y conectar las tareas diarias con los objetivos estratégicos.
• Plataformas de comunicación y colaboración: Te ayudan a la comunicación transparente de la compañía, colaboración entre proyectos y fomentar la cultura de trabajo en equipo y colaboración.
• Plataformas de desarrollo personal y aprendizaje: Facilitan el proceso de desarrollo del empleado ayudando a identificar las habilidades necesarias para lograr los objetivos estratégicos, ofrecer programas de formación alineados a los objetivos de la compañía y conectar el crecimiento individual con las necesidades organizacionales.

A medida que avanzamos hacia un mundo laboral más dinámico, distribuido y multigeneracional, la alineación entre las evaluaciones de desempeño y los objetivos de la compañía son cada vez más importantes. La clave para lograr esta alineación es fortalecer las conversaciones con la gente, en la medida que sean más incómodas, serán más poderosas. Dichas conversaciones deben ser continuas y permanentes entre los colaboradores y sus líderes.

Como líder de una compañía debes entender que este proceso es un viaje de descubrimiento colectivo, donde cada colaborador no sólo entiende su papel en el gran esquema, sino que también se siente empoderado para contribuir de manera significativa.

Como líderes de recursos humanos, tenemos la oportunidad y la responsabilidad de ser los arquitectos de esta transformación. Al combinar una visión estratégica clara con las herramientas tecnológicas adecuadas y un enfoque centrado en las personas, podemos crear organizaciones donde el alto rendimiento no sea la excepción, sino la norma.

El futuro pertenece a aquellas organizaciones que puedan moverse como un solo organismo, con cada parte consciente y alineada con el objetivo común. ¿Estás listo para liderar esta transformación en tu organización?